Weckruf - Wegruf
Mit dem Propheten Amos auf dem Weg
Folleto de acompañamiento al proceso de Amos
Sabado, 18. Julio (Amós 9,11)
Anuncio del bien
11 Aquel día repararé la choza de David medio caída
¿por qué?
Este versículo anuda a la promesa del profeta Natan a David: “desde el día en que constituí Jueces sobre mi pueblo, a ti te he consedido la paz con todos tus enemigos y ahora te prometo construirte una casa”
Dios mismo va a reperar la choza de David. Una choza, no habla de un palacio. El palacio de algunos significa vivir en la calle y la pobreza de los otros. Solo se necesita una choza sencilla un lugar humilde para hacer posible la vida y protección para todos los hombres. Y se necesita algo mas: nosotros, que somos conformes con la voluntad de Dios para nuestro mundo y participamos en la reparacion de la choza de David. Como puede ser esta participacion? Podemos ver en la vida de Jesus: en su actitud a las víctimas de los poderosos. Viendo por esta vista, este frase es un parte de la literatura de resistencia.
(En el párrafo 9,11-14 escrito seguramente después de que Israel fue desterrado, está la promesa de reunir en el futuro los dos reinos hermanos y enemigos, Israel y Judá en un solo pueblo de Dios. El Apóstol Santiago recordará esta promesa para demonstrar la voluntad de dios de extender la salvación merecida por Jesús a todas las naciones y no solamente a Israel (ver hechos 15,16) Se notará que Santiago cita el presente texto en forma bastante diferente de lo que leemos aquí ...)
Foto: Ursula Groß
Debe haber un inicio
Porque debo perdonar? quien me perdona a mi? Si hago un error tengo que llevar las consecuencias. Jesús dice en Mt. 18,21-22: „Señor , cuántas veces debo perdonar las ofensas de mi hermano? hasta siete veces?” Jesus le contestó: „no digas siete veces, sino hasta setenta y siete veces“. Precisamente Jesús reclama esto. El ha visto que despiadado puede ser la gente. Pero quizas por eso nos exhorta a ser piadoso. De una vez debemos terminar con solo soñar en que queremos mundo mejor. Los hombres tienen que empezar hacer algo para lograr un mundo mejor. Sin embargo el peligro de recibir desventajas. Si no hay nadie que tiene el valor de responder a la despiedad del mundo con piedad, nada se va a cambiar. Nuestro mundo se detuvo y no tiene paz. Una vez debe haber un inicio!
Padre Jorge Sieger
Aparecida (480) (...) Compete a la Iglesia denunciar claramente “estos modelos antropológicos incompatibles con la naturaleza y dignidad del hombre”. Es necesario presentar la persona humana como el centro de toda la vida social y cultural, resultando en ella: la dignidad de ser imagen y semejanza de Dios y la vocación a ser hijos en el Hijo, llamados a compartir su vida por toda la eternidad. La fe cristiana nos muestra a Jesucristo como la verdad última del ser humano, el modelo en el que el ser hombre se despliega en todo su esplendor ontológico y existencial. Anunciarlo integralmente en nuestros días exige coraje y espíritu profético. Contrarrestar la cultura de muerte con la cultura cristiana de la solidaridad es un imperativo que nos toca a todos…
[Llamada de despertar - Llamada de andar]